Una erección débil o fallida ocasional puede ocurrirle a cualquier hombre de vez en cuando. Incluso si ahora puedes tener erecciones fuertes, puede llegar el día en que un estilo de vida poco saludable te cause problemas. La fuerza de una erección depende directamente de cómo vives, qué comes y, por último, pero no menos importante, con quién te acuestas. Una erección fuerte y saludable requiere un corazón y vasos sanguíneos sanos. Cualquier cosa que restrinja el flujo sanguíneo del pene también limitará tu erección.
¿Qué daña tu erección?
1) BPA (Bisfenol-A)
El BPA es una sustancia química que provoca un desequilibrio hormonal en el cuerpo masculino y aumenta la producción de la hormona femenina estrógeno. Estos cambios hormonales interrumpen el nivel óptimo de testosterona, que es importante para lograr y mantener una erección fuerte. Desafortunadamente, el BPA se puede encontrar en casi todas partes: en plásticos, ropa, cosméticos, incluso en el agua y el suelo. Desgraciadamente, el BPA no se puede evitar, pero se pueden hacer cambios de compra y comprar lo menos posible comida envasada en plástico y así reducir al mínimo el consumo y los residuos generados.
2) Hábitos alimenticios poco saludables
Una dieta de mala calidad y que contiene demasiada grasa obstruye los vasos sanguíneos con colesterol. Es importante darse cuenta de antemano de la importancia de una dieta sana, variada y fresca. Sin embargo, demasiada grasa no es el único problema, sino también demasiada comida dulce, salada, enlatada, frita y quemada. Si sigues esta dieta, no solo experimentarás problemas con la presión arterial, sino también la incapacidad de tener una erección.
3) Soya y productos de soya
Aunque la soya se incluye comúnmente en una dieta saludable, especialmente para vegetarianos y veganos, es un poco decepcionante. Se ha demostrado que el consumo excesivo y frecuente de soja reduce los niveles de testosterona y, por lo tanto, debilita la erección. La soja contiene sustancias similares a los estrógenos que reducen la producción de testosterona propia. Sin suficientes niveles de testosterona, es difícil no sólo lograr una erección, sino también tener una libido fuerte.
4) Falta de sueño.
La duración ideal del sueño es diferente para todos. Algunas personas necesitan menos, algunas personas necesitan más. Sin embargo, uno siempre debe dormir por lo menos 5 horas al día, de lo contrario surge el riesgo de problemas de erección. El cuerpo, que está cansado, considera que mantener una erección es una función secundaria y dedica todas sus fuerzas a otros órganos. Tampoco recomendamos potenciarse con café o bebidas energéticas. Estos estimulantes conducen a un mayor daño en las paredes de los vasos y el flujo sanguíneos. La falta de sueño también reduce la producción de testosterona, ya que esta hormona se produce en el cuerpo durante el sueño profundo.
5) Elementos disruptivos en la habitación.
Dichos elementos que interrumpen el sueño incluyen, por ejemplo, un niño pequeño que comparte dormitorio contigo. El estudio concluye que el sueño intermitente reduce la producción de testosterona hasta en un 7%. Del mismo modo, puedes estar constantemente alerta para no ser atrapado “en el acto” o, por el contrario, para no despertar al niño.
6) Estilo de vida sedentario y “estar en el sofá” de forma prolongada.
La testosterona no solo se produce durante el sueño, sino también a partir de la luz solar. Al quedarse adentro y mirar televisión, estás provocando una deficiencia de vitamina D, lo que hace que tu nivel de testosterona disminuya hasta en un 20%. Pasa al menos 25 minutos al aire libre cada día.
7) No hagas demasiado deporte.
Aunque el deporte es saludable para el cuerpo, los entrenamientos extremadamente duros y agotadores tienen el efecto contrario. Los mejores atletas que trabajan en exceso todos los días pueden tener sus niveles de testosterona hasta un 17% más bajos.
8) Alcohol
El alcohol es uno de los principales asesinos de la erección, la libido y la testosterona, y como tal es bien conocido. Esto se aplica a todo el alcohol que consumes en grandes cantidades. No debes permitirte más de 2 cervezas pequeñas o 2 vasos de algo más fuerte al día. Cualquier cantidad mayor es dañina no solo para la erección sino también para todo el cuerpo.