El autoestima de un hombre puede verse seriamente afectado por la longitud de su pene, ya que ésta se relaciona directamente con su masculinidad y orgullo. Pero el tamaño del pene es algo que varía de muchas formas, como geográfica, por ejemplo. Esto tiende a ser un aspecto que los hombres ignoran, lo cual conduce a problemas psicológicos y de pareja. Sin embargo, muchas de estas variaciones a menudo aplican para penes de medidas medianamente pequeñas, siendo muy diferente para los hombres que presentan micropenes.
Los aspectos que afectan los micropenes son múltiples, y usualmente se tratan de niveles muy bajos de testosterona, que limitan el desarrollo del pene. La buena noticia es que es una condición tratable mediante ciertos tratamientos que no suelen ser muy invasivos.
Definición de micropene
Un micropene es un pene que mide menos de siete centímetros de largo cuando está erecto. Este valor es un promedio utilizado para diagnosticar esta condición en adultos, por supuesto, en el caso de hombres en etapas de desarrollo más jóvenes, se utilizan otros valores de referencia. Existen tablas establecidas con longitudes de pene en centímetros, de acuerdo a los diferentes grupos de edad.
La distancia considerada para diagnosticar un micropene es aquella tomada desde el pubis hasta la punta posterior del pene, siempre usando el lado dorsal del pene.
Prevalencia de los micropenes en la población
No existen datos exactos de prevalencia de los micropenes., porque, como se estableció previamente, las variaciones en las longitudes pueden depender del lugar donde se encuentre el individuo. Pero, en lineamientos muy generales, se estima que 1-2 de cada 100 hombres podrían tener un micropene. De nuevo, no es un dato exacto y puede cambiar según el país, condiciones climáticas, genética, etc.
No se debe confundir al micropene con aquellas condiciones cosméticas ocasionadas por enfermedades tales como la obesidad, donde los genitales tienden a “perderse“ en la grasa abdominal, y así se vuelven visualmente más pequeños. Estos casos no son considerados micropenes, pero no significa que no deban ser atendidos. El micropene usualmente se diagnostica en recién nacidos, y actualmente se da con más frecuencia debido a múltiples factores ambientales y hormonaes.
Causas de los micropenes
No están claras las causas generales de los micropenes, pero si se tienen las causas más comunes en los pacientes analizados, que de una u otra forma, ocasionan un mal desarrollo del pene, la característica que define a los micropenes.
Los testículos son parte del sistema endocrino, el sistema encargado de liberar y enviar sustancias químicas por todo el organismo. Los testículos reciben señales químicas que les indican cuándo y cuánta testosterona sintetizar. Esta testosterona es necesaria para desarrollar las características sexuales del hombre, incluyendo el correcto crecimiento de su pene. Si los testículos no reciben estas señales, simplemente producen muy poca o nada de testosterona, y se interrumpe el desarrollo del pene. Esto pasa si las glándulas ubicadas en el cerebro, como la pituitaria, o el hipotálamo, presentan alguna disminución en la liberación de sus mensajeros químicos. Otra razón de que fallen los niveles de testosterona, es que los testículos estén funcionando de forma incorrecta.
Un hombre puede nacer con sus genitales de un tamaño apropiado, pero si sus niveles de testosterona decrecen en su etapa de desarrollo, pueden presentar un micropene en una edad más avanzada, de forma que sus genitales y algunas otras partes de su cuerpo, disminuyen su crecimiento gradualmente.
Algunos casos de micropene se deben a lo contrario, donde los testículos si producen suficiente testosterona, pero por alguna razón no es recibida y utilizada eficientemente. Esta causa, es una de las que explica el menor porcentaje de casos, después del porcentaje de casos cuya explicación médica es inexistente.
Consecuencias de tener un microepene
Técnicamente, tener un micropene no tiene efectos negativos en la integridad y salud del hombre, pero sí puede afectar su salud mental, ya que tiende a ser blanco de burlas, comentarios, y una vida sexual insatisfactoria. Los problemas de pareja y de desempeño sexual son sólo algunos de los inconvenientes a los que se está expuesto al poseer un micropene. Tener esta condición causará efectos negativos sólo si es parte de una serie de síntomas de alguna enfermedad o síndrome más graves.
Tratamientos para un micropene
Se ha comprobado que la genética tiene mucho que ver con los micropenes, y que son hereditarios. Esto ha permitido su diagnóstico temprano, donde se puede tratar desde temprana edad, y estimular el desarrollo del pene utilizando hormonas. Usualmente se administran componentes que contienen testosterona en cualquiera de sus formas, la cual estimula el crecimiento del tejido muscular que forma el pene. Las cantidades de este tratamiento dependerán de la edad del paciente y su estado de salud.
El problema surge si se diagnostica el micropene luego de que finalice el desarrollo de pene, que usualmente es luego de la pubertad. En estos casos administrar hormonas no es eficiente, ya que el pene creció por completo. Tristemente, este es el caso de muchos hombres a nivel mundial, donde usualmente acuden a la búsqueda desesperada de opciones para agrandar o aumentar la longitud de su pene. Esto los lleva a la práctica de técnicas sin sentido, e incluso peligrosas. Siempre se debe confiar en métodos y tratamientos cuya efectividad haya sido comprobada.
Si se sobrepasa la etapa de desarrollo de la pubertad, y aún no se trató el micropene, entonces se debe acudir a la única opción efectiva en estos casos: una cirugía no invasiva, que de hecho puede ser ambulatoria. Consiste en cortar el frenillo anterior, el cual otorga unos centímetros extra a la longitud del pene, para que sea visiblemente más grande cuando está y cuando no está erecto. Algunas otras opciones quirúrgicas son los injertos de grasa del muslo, y de otras partes del cuerpo. Se deben considerar todas als opciones hasta decidir la más conveniente para el paciente.
Evaluado médicamente por:
La Dra. Emily Wimmer es doctora desde 2015. En 2009, completó sus estudios en medicina humana en la Universidad de Lübeck. Luego trabajó en el Departamento de Hematología y Oncología de MedUni Vienna y como médica asistente en Hamburgo e investigadora en el Instituto de Hamburgo para la Investigación de Servicios de Salud en Dermatología, respectivamente. Desde 2020, también ha estado trabajando a tiempo parcial en la práctica del Dr. Jürgen Kolbeck en Hamburgo.